A solo 44 días en el puesto, la primera ministra británica, Liz Truss, anunció su dimisión como líder del Partido Conservador. A consecuencia de ello, dejará la jefatura del Gobierno, una vez que sea electo su sucesor en el cargo, lo que se concretará la próxima semana.
Desde el 10 de Downing Street envió un mensaje a los británicos haciendo oficial su renuncia. “Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. He hablado con su majestad el rey para decirle que renuncio como líder del Partido Conservador”.
Tal como sucedió con su antecesor Boris Johnson, Truss entregó su dimisión ante una serie de peticiones del parlamento, quienes pedían su salida. Esto hizo, finalmente, que su continuidad en el cargo, fuera insostenible.
En esta misma línea, mencionó que en su corta estadía, se hicieron algunos avances en los objetivos. “Hemos ofrecido resultados en las facturas energéticas y rebajando la cotización social. Hemos planteado una visión para economía de baja fiscalidad y alto crecimiento que aprovecharía las libertades del Brexit”.