Lisa Edwards, una mujer de 60 años, falleció en la parte de atrás de un carro de policía en Estados Unidos y quedó grabado por la bodycam de uno de los oficiales.
Todo comenzó cuando la policía fue llamada al Hospital de Knoxville en Tennessee, debido a que la mujer no quiso abandonar el recinto tras ser dada de alta. Los medios locales reportaron que la víctima no tenía seguro médico.
Según lo que se puede escuchar, la mujer comenta que tiene el tobillo fracturado y tuvo un derrame cerebral recientemente. Ambos policías no hacen caso a sus declaraciones y la llevan al vehículo para trasladarla a la cárcel del condado.
Afuera del recinto hospitalario, comienza una pelea con los oficiales ya que la mujer se niega a subir al carro porque dice necesitar atención médica. "Me estoy enojando, dejé de actuar", le dice un policía a la mujer.
Tras 20 minutos de forcejeo, en donde Edwards yace en el piso, logran meterla en los asientos traseros del auto y ella dice "me van a matar, necesito ayuda. No puedo respirar".
En la grabación se puede escuchar que comienza a balbucear y su respiración se escucha entrecortada a cada minuto.
Por cerca de 10 minutos, en camino a la estación de policía, Lisa es incapaz de sentarse correctamente, sus palabras se distorsionan cada vez más y su respiración se escucha sofocada.
Un oficial comienza a preguntarle cómo se encuentra cuando se da cuenta que la mujer no responde a sus preguntas. Al parar el auto y revisarla, nota que se encuentra inconsciente. Horas más tarde fue confirmado que falleció por un segundo derrame cerebral, el cual estaba intentando transmitir.
La investigación se encuentra en curso para los cuatros oficiales que atendieron el llamado en Tennessee.