La endeudada compañía inmobiliaria china, Evergrande, pidió suspender su negociación de acciones en la bolsa de Hong Kong, sin ofrecer una explicación.
La suspensión coincide con un documento que los medios chinos publicaron sobre la solicitud que recibió Evergrande para demoler 39 edificios en un plazo de 10 días, al determinar que se obtuvieron permisos ilegales para realizar las construcciones, petición de las autoridades de la ciudad de Danzhou.
La compañía posee deudas de más de 300.000 millones de dólares y lucha por pagarle a sus inversionistas, pero con las medidas chinas para el sector inmobiliario ha sido imposible recuperarse de la caída.
El presidente y fundador de Evergrande, Xu Jiayin, anunciaba en un mensaje de año nuevo que la tasa de reanudación de los proyectos inmobiliarios de la compañía alcanzaba el 91,7%, y también prometía un "futuro brillante" para la empresa.
A pesar de la alta tasa de crecimiento, la agencia de calificación de deuda, Fitch, declaró a Evergrande en suspensión de pagos por no pagar las deudas a sus bonistas 'offshore' por falta de liquidez.