A pocas horas de la Navidad, son muchas las historias que rodean a esta festividad de origen religioso, entre ellas la famosa, la “estrella de Belén”, que habría servido de guía para los Reyes Magos en su camino hacia el lugar de nacimiento de Jesús.
Este fenómeno astronómico ha sido foco de diversas investigaciones que se han hecho a lo largo de la historia, para verificar la existencia del mismo y qué fue realmente.
“Aún es un misterio la exactitud del nacimiento de Jesús, a pesar de que se tienen computadores para verificar los fenómenos astronómicos de esa época”, fue lo que dijo Arturo Gómez, astrofotógrafo a BioBío Chile.
El año de nacimiento de Jesús habría sido entre el -7 y el -3 a. C., por lo cual, se podría llegar más fácilmente al origen de la estrella de Belén, según los sucesos que se dieron en el cielo durante este período.
Una serie de fenómenos coincidieron justamente con la época en la cual Herodes, rey de Judea, mandó a matar a todos los bebés nacidos en ese período, entre los cuales estaba Jesús.
Hubo cometas; conjunciones, en las que dos o más cuerpos brillantes se “juntan”; y novas, que se trataría de la muerte violenta de una estrella que proyecta una luz brillante, esta podría durar semanas, e incluso, meses.
Principales fenómenos astronómicos de esa época
Hubo tres conjunciones sucesivas durante el -7 a. C., en Júpiter y Saturno. Del mismo modo, el planeta más grande del Sistema Solar, estuvo en conjunción con la Luna en el -3, escondiéndose detrás de nuestro satélite natural.
Aunque, también se baraja la idea de que podría haber sido un cometa, debido a las representaciones que se hacen en los pesebres de Navidad, donde generalmente, se puede observar una estrella con cola, como la de Belén.