El ex futbolista brasileño, Robinho, fue condenado a nueve años de cárcel luego de que el Tribunal de Casación de Roma lo encontrara culpable de abusar sexualmente a una joven albanesa en 2013, en un local nocturno de Milan.
En 2020 sus abogados presentaron un recurso contra la condena, pero este miércoles el poder judicial italiano lo rechazó y deberá ingresar a una prisión italiana en conjunto a su amigo Ricardo Falco, quien tuvo la misma condena.
El jugador actualmente se encuentra en Brasil, por lo que debería ser extraditado a tierras europeas para cumplir su condena, pero desde el país latinoamericano aclararon que "no hay un plazo para el proceso" por lo que no se sabe cuando será detenido por policías italianos.